Estaba viendo noticias en las que cuentan que durante este periodo de pandemia y confinamiento, los delitos cibernéticos han aumentado enormemente y que ocupan ya un espacio muy importante dentro del abaníco delictivo.
Una de las formas de prevenir el ser víctima de estos es establecer contraseñas realmente seguras que sean difíciles de adivinar y muy complicadas de descifrar por los programas automáticos que se dedican a ello.
Este método para elegir contraseñas se lo escuché al consultor tecnológico y ex miembro de la CIA Edward Snowden en una entrevista y me pareció perfecto para establecerlas desde un punto de vista humano para ponérselo difícil a las máquinas.
Hemos caído en la costumbre de elegir palabras y números complicados y difíciles de recordar, aconsejados por las plataformas que cada día nos piden contraseñas más complejas.
Así pues tenemos que recordar que el factor humano suele ser el más vulnerable a la hora de ser víctimas de los ciberdelincuentes, pues tendemos a elegir contraseñas muy débilies.
En la lista de las 10 contraseñas más usadas en 2019, encontramos los ejemplos perfectos de esto:
123456
12345
Abc123
1234
Qwerty
Password
Y un largo etcétera. Repito, las más usadas.
Ok, el método que os propongo es el siguiente:
No elijas una palabra y números, elige una frase que contenga a propósito números, mayúsculas y caractéres especiales.
Por ejemplo “ElReyFelipetiene3*” o “ElSoles1MMveceslaTierra”
Esto resulta en frases aleatorias y contraseñas muy complejas, fuera del radar de los diccionarios de contraseñas que se usan para acceder a cuentas en internet u otros servicios, pero fáciles de memorizar por nuestro cerebro humano.
Y no olvides poner también alguna frase o concepto complejo a la hora de responder a las preguntas de seguridad que ciertos sitios web usan para permitirte recuperar tu contraseña. De nada nos va a servir una contraseña compleja, si para resetearla sólo necesito saber el nombre de tu perro.
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